Propiedad intelectual y Startups, la importancia en la protección de tus intangibles

7 de junio 2023

Es plenamente conocido el desarrollo constante y la creación de varias nuevas empresas dentro de diversos ámbitos, pero por sobre todo en el plano tecnológico. Según Pricewaterhouse Coopers, 2021 fue un año récord para las startups latinoamericanas, pues, según datos de Transaction Track Record, la inversión en estas empresas emergentes fue de US$ 2.7 billones, en 2018; US$ 5.5 billones, en el 2019; US$ 5.5 billones, en el 2020; US$ 20.6 billones, en el 2021 y US$ 7.7 billones, en el 2022. Si bien ha existido un decrecimiento de inversión, esto no quita a que los números sean importantes y que el mercado de startups va a seguir siendo de interés en lo que resta del año 2023, sobre todo en los rubros de fintech, logística, distribución y e-commerce.

Las startups o empresas emergentes parten de una idea innovadora y de aplicación rápida, lo cual lleva implícita la imperiosa necesidad de actuar de forma fugaz; sin embargo, esto también lleva a que sus creadores dejen de lado la protección de estas nuevas ideas, que, a la larga, son el eje primordial de estas nuevas empresas.

La protección que se debe dar a estas ideas no solo va de la mano con un mero trámite, sino a que se eviten posibles transgresiones de terceros, copias, denuncias y confusión en el consumidor, daños, sino que, además, proteger un bien inmaterial que va a ganar valor en el tiempo. Ahora bien, muchas de las personas que le prestan atención al tema de la protección, realizan una misma pregunta ¿Es posible proteger mi idea? La respuesta a esta incógnita es un tanto compleja, toda vez que es posible brindar protección a una idea, pero siempre que esta ha sido implementada y cristalizada en un producto, servicio, procedimiento, que dé paso a una patente, diseño industrial, marca, derecho de autor e incluso un secreto empresarial, pues proteger algo abstracto como lo es una idea va a poner un freno al desarrollo de otras ideas.

Entrando ya al mundo de las startups, es importante que la protección de las ideas implementadas se dé en varios momentos. En un principio vale buscar una protección al momento de generación de la idea, en donde no se está desarrollando la misma, pero sí se están llevan a cabo acciones para conducir el proyecto y aquí es donde nacen posibles marcas que deben ser protegidas por el desarrollador. Quizá todavía no está materializada la idea, pero ya se parte de un posible nombre para la comercialización del producto, servicio o solución que se va a desenvolver esta protección de marca. Puede mantenerse localmente o puede ser realizada a otras jurisdicciones en done se planea implementar el proyecto. Aquí también, viene a ser muy importante la elaboración y uso de un acuerdo de confidencialidad cuando la idea va a ser compartida con terceros para posibles financiamientos y así contar con la tranquilidad del emprendedor.

El siguiente momento es cuando ya se inicia el impulso del proyecto. Aquí otra vez nace una duda del por qué debo proteger la idea si todavía no hay algo concreto, pero la respuesta viene a develarse cuando pensamos si el desarrollo de la idea va a hacerla el desarrollador, va a contratar empleados o va a solicitar apoyo de un tercero, encargando este progreso. En este punto, vale la pena que se elaboren contratos de obra por encargo, contratos laborales o contratos de servicios, en donde se incluyan cláusulas de propiedad intelectual que determinen claramente quién va a ser el titular de los derechos de explotación del proyecto y así evitar posibles contingentes futuros con los terceros que soportaron esta fase.

Ulteriormente, el último momento en donde se debe prestar total atención a la protección de derechos es cuando ya se tiene un producto final, donde la idea ya está implementada y se cuenta con algo abstracto en donde se pueden buscar diversas formas de protección a nivel de propiedad intelectual, dependiendo de la naturaleza de lo desarrollado.

Por último, considerando el gran desarrollo del comercio electrónico, lo que ha llevado a la aparición de diversas páginas web que permiten ofertar productos o servicios, también será primordial revisar los términos y condiciones de uso de estas páginas, así como el registro de marcas en estas plataformas.

En conclusión, el nacimiento de un sinnúmero de empresas emergentes o startups es indefectible y esto causa que las ideas de los emprendedores se comiencen a promocionar y exponer de manera precipitada. A fin de que las ideas se mantengan bien protegidas, va a ser necesario actuar y acudir a la propiedad intelectual para procurar una correcta protección de ideas desde el primer momento. No permitas que tus ideas queden en manos de terceros y mejor protégelas desde el principio.

Mario Ruiz

AUTOR

AVL

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